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2020-04-08 13:16:09
¿Cómo afrontar la crisis del coronavirus con compasión?

Hablamos de la compasión tal y como la entiende la psicología: como el sentimiento de conexión con los demás que surge al presenciar el sufrimiento de otra persona o el nuestro y que con lleva siempre el deseo de ayudar.

La compasión de la que hablamos, tendría según Javier Campayo dos parte, mindfulness y compasión: En primer lugar, necesitamos tener una sensibilidad al sufrimiento (de los demás y nuestro) que sería lo que conocemos como la empatía. Pero para que haya compasión debe darse un segundo componente que sería el compromiso de aliviar en lo que se pueda ese sufrimiento (del otro o nuestro).

 “Este segundo componente, explica Campayo, es el que hace que la empatía sea soportable…porque la empatía, sin ese impulso de alivio nos puede conducir a las situaciones de burnout, que sufren muchas personas, como profesiones de servicio, en las que se queman profesionalmente porque la empatía les lleva a contagiarse del sufrimiento del otro hasta tal punto que este acaba sobrepasándoles y se quedan sin recursos para ayudar al otro”.

 

La autocompasión en la crisis del coronavirus

 

Campayo explica que la compasión y en especial la autocompasión es una herramienta que nos puede ayudar mucho a sobrellevar mejor la crisis del coronavirus porque nos permite reinterpretar el sufrimiento derivado de cualquier situación complicada que atravesemos.Enseguida verán por qué y cómo.

Imaginemos que Alicia está viviendo la crisis del coronavirus como una auténtica pesadilla. Desde hace una semana intenta mantener el mismo ritmo de trabajo, pero desde casa. A eso debe sumar que tiene tres hijos en edad escolar y estos tienen que mantener sus rutinas con un montón de tareas que van mandando desde la plataforma del colegio a diario. Su marido sigue yendo a la oficina porque su trabajo le impide teletrabajar. Alicia tiene una persona que le ayuda con las tareas de casa tres días por semana. Pero ella se siente desbordada por la situación.

No es por el hecho de no poder salir de casa porque no tiene ni tiempo para pensar en eso; es más bien por el hecho de sentir que sus días no están estructurados, que desde que se levanta hasta que se acuesta está todo mezclado. Mientras atiende una llamada del trabajo, pone una lavadora o ayuda su hijo pequeño con las sumas y restas o cambia por enésima vez al cartucho de tinta de la impresora o vigila las lentejas que tiene en el fuego.

Alicia tampoco comprende el bombardeo de mensajes de whattsapp a la que está sometida y eso le hace sentirse más amargada. Ha decidido silencia red móvil porque tiene comprobado que la mayoría de los mensajes que le llegan son nuevas ideas y sugerencias de cosas que se pueden hacer para no aburrirse estos días: que si visita virtual al museo tal, que si todos los libros de la biblioteca cual disponible…. “Pero…¿ de verdad que le gente tiene tiempo de aburrirse?” -se pregunta iracunda. En definitiva, podríamos resumir la situación diciendo que Alicia está sufriendo porque se siente sobrecargada de tareas.

 

Pasos para cultivar la autocompasión


Veamos cómo podría Alicia aplicarse un poco de autocompasión estos días y qué efectos tendría esto en su bienestar. Como decía, sentir autocompasión no tiene nada que ver con lamentarse de las circunstancias y ahogarse en la emocionalidad negativa de una situación complicada. La autocompasión es más bien una invitación a la acción, a hacer algo para aliviar el sufrimiento.

 

- El primer paso sería el de darnos cuenta de que estamos sufriendo y aceptarlo. Si nos fijamos en el caso de Alicia, en el fondo ella está todo el tiempo resistiendo. En vez de asumir que está viviendo una situación excepcional ella está todo el rato queriendo que las cosas sean como siempre: trabajar al mismo ritmo, que sus hijos no pierdan tiempo en el colegio, que estén bien alimentados, que la casa esté impecable. El momento en que Alicia tome conciencia de que parte de su sufrimiento es porque no está aceptando la situación de excepcionalidad, es cuando puede empezar con el trabajo de autocompasión. Esto no significa que tenga que dejar de sufrir, significa simplemente que tiene que ser consciente de ese sufrimiento e integrarlo como parte de la situación que estamos viviendo. Recordemos en este punto que Alicia está sufriendo porque siente que no llega a todo.

- El segundo paso, sería tomar conciencia deque el sufrimiento no es algo exclusivo suyo, sino que es algo propio de todos los seres humanos y que en estos momentos hay muchas otras personas que están sufriendo por lo mismo que ella. Este es el sentimiento de humanidad compartida. Tener claro que este sufrimiento no es algo exclusivamente suyo,que lo normal es que las personas sufran cuando tratan de hacer las cosas por encima de sus posibilidades reales.

- El tercer paso sería el de tomar conciencia de qué es lo que necesitaría para sentirse mejor en este momento. En esta toma de conciencia es posible que Alicia se diera cuenta de que su nivel de autoexigencia y de autocrítica está siendo demasiado alto.


“La autocompasión, explica Campayo, nos permite ser mucho más comprensivos con nosotros mismos y no caer en el sentimiento de culpa. Por eso, a Alicia le podría servir pensar en qué palabras le diría a una amiga que estuviera pasando por lo mismo que ella para ayudarla. Es posible que le dijera de manera cariñosa frases como “es normal que te sientas así de desbordada, no te machaques si sientes que no llegas, esto es una situación temporal, las cosas volverán a la normalidad enseguida, te deseo que estés bien y que puedas estar tranquila…”


De modo que, como explica Campayo, “la compasión es muy eficaz porque aumenta la satisfacción con la vida, la sensación de felicidad y el bienestar psicológico”. Además, la autocompasión se asocia a diferentes fortalezas, por ejemplo, a la inteligencia emocional,a la satisfacción con la vida, los sentimientos de conexión con otras personas y el incremento del sentido de la vida… y esto último es algo en lo que Javier García Campayo suele insistir.


Algunos estudios sugieren que practicar mindfulness tan sólo 20 minutos al día durante algunas semanas es suficiente para comenzar a experimentar sus beneficios,incluyendo el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción del estrés.


Tomato del articulo original: https://www.niusdiario.es/salud-y-bienestar/coaching/compasion-clave-pasar-crisis-coronavirus_18_2916645211.html