Hay días en que simplemente se nos dificulta detenernos y tomar el tiempo necesario para practicar. Pero ¿por qué dejar que eso nos impida inyectar la atención plena en nuestra vida en pequeñas cantidades a lo largo del día? Ser consciente durante todo el día no consiste en hacer todo como si estuviéramos manejando un delicado jarrón de porcelana. Se trata más de tomar descansos breves del impulso de los pensamientos persistentes que pueden llevarnos a un estrés innecesario. Aquí te compartimos cinco consejos para inyectar dosis rápidas de mini descansos refrescantes en todo el día:
1. Comenzar el día con una pausa
Cuando te despiertes por la mañana y te mires en el espejo, utiliza estos momentos como una oportunidad para tomar tres respiraciones conscientes antes de encender tus motores mentales. Luego, a medida que te cepillas los dientes, hazlo despacio y presta atención, utilizando las sensaciones para volver a centrar tu atención en el momento, a pesar del impulso de tus pensamientos sobre el día que se avecina.
2. Saborear tu café de la mañana
Cuando tomes tu bebida favorita de la mañana, podrías disfrutarla mejor, ocasionalmente tomando una pausa para experimentar las sensaciones de lo que estás haciendo. Este pequeño acto puede ayudarte a establecer una actitud diferente para el día: usa tus sentidos para volver a tu cuerpo.
3. Dar un paseo consciente
Camina un poco en algún momento del día, incluso si te encuentras en tu casa u oficina, presta atención a cada paso, por ejemplo, cuando tu pie toca el suelo y el otro pie se levanta, se balancea y aterriza. Si puedes hacer que la caminata sea un poco más larga, obtendrás algo de ejercicio y, al mismo tiempo, saldrás de tu cabeza y entrarás en tu cuerpo durante unos minutos.
4. Practicar comiendo con gratitud
En la cena, toma un momento para agradecer el hecho que tengas comida y reflexiona sobre todas las personas que fueron necesarias para que esto sea posible. Este pequeño momento de gratitud puede cambiar tu actitud para disfrutar de un pequeño banquete en lugar de simplemente terminar rápidamente con la comida. Si estás comiendo con otros, mira si puedes lograr que se detengan al principio y tomen un descanso de sus celulares.
5. Bajar la velocidad antes de dormir
Toma un momento con los pies en el suelo antes de acostarte por completo. Solo toma de 3 a 5 minutos para seguir tu respiración cuando te distraigas, nota los pensamientos y deja que se disuelvan, volviendo a la respiración. Ahora, descansa un poco.
Tomado y adaptado de Barry Boyce. Artículo original publicado en Mindful Magazine (traducción: Mindfulness Consulting).